El arquitecto David Chipperfield (Londres, 1953) se alza con el Premio Pritzker 2023, tras décadas de trayectoria y más de 100 proyectos en todo el mundo. Con sedes de su estudio en Londres, Berlín, Shanghai, Milán y Santiago de Compostela, os presentamos algunos de los ejemplos más representativos de su arquitectura.

Neues Museum de Berlín

Su trabajo consiste en recrear el volumen original del museo, diseñado por Stüler y construido entre 1841 y 1859, gravemente dañado por los  bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial.

La restauración y reparación de lo existente está impulsada por la idea de que la estructura original debe enfatizarse en su contexto espacial y materialidad original: lo nuevo refleja lo perdido sin imitarlo.

Capilla del cementerio de Inagawa

El cementerio está distribuido en terrazas y dividido en dos por un monumental tramo de escalones que conducen a un santuario en el punto más alto, un eje que orienta todo el proyecto.

El programa se dispone formalmente bajo un único plano de cubierta inclinada siguiendo la línea de visión desde la entrada hasta el santuario. La apariencia monolítica se consigue con el hormigón de color rojo, similar a la tierra.

Kunsthaus Zürich

El proyecto amplía el museo existente, convirtiéndose en el museo de arte más grande de Suiza. El volumen se coloca en el borde norte de la plaza y alberga la colección de modernismo clásico, la colección Bührle, exposiciones temporales y arte a partir de 1960.

La identidad arquitectónica se inspira en las tradicionales fachadas de piedra caliza de los edificios existentes. Combinando tradición e innovación se integra el edificio en su contexto urbano y cultural de manera contemporánea.

Las funciones públicas se organizan alrededor del vestíbulo de entrada en planta baja, mientras que los dos pisos superiores se reservan exclusivamente para la exhibición del arte. Los espacios de exposición de diferentes dimensiones se caracterizan por una materialidad tranquila y una gran cantidad de luz natural.



Casa en Corrubedo

La audacia de Chipperfield para absorber la tradición y depurar su modernidad brilla en esta casa cimentada, como sus vecinas, en la roca local. Austera y lujosa, abstracta y concreta hace de la relación (de protección y contemplación) con el océano un manifiesto. Es su propia casa de verano.