En los últimos años ha aparecido un nuevo concepto, la palabra inglesa “rewilding”, que puede traducirse al castellano como “renaturalización” o arquitectura regenerativa.

Este concepto tiene como objetivo la aplicación de la técnica arquitectónica para maximizar la relación con la naturaleza.  Optando por integrar la naturaleza en los edificios y ciudades, busca convertir en natural un espacio que ha dejado de serlo por la acción constructiva del hombre. Reintroducir espacios vivos sobre los construidos.
 

Las zonas verdes de las ciudades dejan de ser puntos dispersos y forman una trama que comunica todo el espacio urbano, dejando que la naturaleza entre y forme parte de ellas.

 

La arquitectura pasa de edificios ensimismados con pieles herméticas a fachadas que buscan integrar el exterior en el interior a través de elementos que condensan luz y naturaleza.

Así pues, el rewilding aúna una fuerte sensibilidad medioambiental y social, proyectando espacios que integran biofilia, paisajismo, arquitectura y urbanismo con soluciones basadas en la naturaleza. Defiende el disfrute de la misma como una necesidad constante que proporciona beneficios estéticos, emocionales… en definitiva, calidad de vida.
 

¿ES LO MISMO QUE ARQUITECTURA SOSTENIBLE?
 

La arquitectura sostenible pretender dar soluciones constructivas generando el mínimo impacto medioambiental con el avance de la tecnología, los materiales hipes-eficientes energéticamente y las técnicas vanguardistas, sin embargo no es suficiente.

Es por eso que el rewilding o arquitectura regenerativa bebe de la sostenibilidad pero va un paso más allá, contando con la naturaleza no solo como elemento dinamizador, sino como parte estructurante.
 

En definitiva, trascender el concepto de sostenibilidad implica recurrir a la memoria, repensar las relaciones ecológicas y tomar acciones que permitan renaturalizar la ciudad y por consiguiente dotar a los espacios urbanos de atributos encaminados a la resiliencia.