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La arquitectura después del COVID-19

Categoría: Blog · , 13 de mayo de 2020

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LA ARQUITECTURA DESPUÉS DEL COVID-19

Tras todo lo vivido estos dos últimos meses, la vida de millones de personas ha cambiado drásticamente hasta situarse en un escenario que muchos nunca habríamos pensado vivir. Todos los sectores tendrán que adaptarse a las nuevas necesidades ocasionadas, y la arquitectura no se iba a quedar atrás, siendo su campo de actuación uno de los más importantes para erradicar la pandemia.

Si echamos la vista atrás, esta no sería la primera pandemia que origina un cambio en la forma en que vivimos; otras pandemias lo hicieron anteriormente hasta configurar la arquitectura tal y como la conocemos hoy en día.

Por ejemplo, se cree que el cólera contribuyó para la creación de alcantarillado en las ciudades, que a su vez precisaba de calles más rectas y anchas para alojar toda la instalación.



La tuberculosis influyó en la limpieza dentro de las viviendas, ya que se comenzaron a construir viviendas con habitáculos más amplios y mejor iluminados, así como superficies higiénicas en baños con la colocación de alicatados, todo ello para tratar de controlar y erradicar la tuberculosis.
La peste bubónica fue otra pandemia que originó cambios en las viviendas, ya que la rata fue uno de los mayores dispersadores de la enfermedad. Es por ello por lo que se diseñaron nuevas tuberías de drenaje y cimientos que erradicaran al roedor, y con ello en gran medida a la peste.

Estos son sólo algunos de los ejemplos de cómo la humanidad sabe adaptarse a las dificultades para superarlas. En este caso lo hemos visto desde el punto de vista de la arquitectura, aunque tuvo igual repercusión en multitud de ámbitos. El coronavirus no es sino una nueva pandemia a la que nos tendremos que adaptar, y que probablemente reconfigurará la manera en la que nos relacionamos o vivimos. Ciertamente, la actual crisis de salud está causando de muchos de nosotros veamos nuestros hogares bajo una nueva luz, recordando lo importante que son nuestras casas para el bienestar diario.



Estos días se ha puesto de manifiesto la necesidad de conciliar nuestra vida laboral y familiar, y nuevas necesidades se han incorporado a la vivienda, como dotarla de un espacio de trabajo compatible con la vida familiar, un lugar donde poder aislarse en caso de enfermedad, una zona exterior donde poder relajarse… es decir, viviendas de mayor tamaño, de carácter más flexible y donde sea sencillo mantener las condiciones higiénicas.



En cuanto a los espacios públicos, se prevé que se moverán hacia una mayor automatización, lo que permitiría mitigar el contagio en caso de un futuro rebrote de la pandemia. Este proceso se llevaría a cabo mediante tecnologías contactless, es decir, tegnologías sin contacto, que ofrecerían una solución potencial para oficinas o lugares de reunión que podrían convertirse en catalizadores de un nuevo virus.
A continuación vamos a repasar varias ideas de tecnología sin contacto que pueden aplicarse en el sector residencial y en el sector servicios.

La iluminación con sensores de movimiento no es nueva para nosotros, especialmente en oficinas o sitios públicos como portales o garajes. Sería interesante poder aplicarla también en nuestras viviendas, ya que los interruptores son un foco de virus puesto que todo el mundo los toca. De este modo, con detectores de presencia se prescindirían de los mismos y a mayores supondría un importante ahorro de energía, puesto que sólo se encendería la luz cuando fuera necesaria. Así realizamos un doble beneficio, por un lado económico y por otro lado, medioambiental.



La domótica es un campo cada día más estudiado y que no resulta raro encontrar en nuevas viviendas. Sin embargo, es cada vez más común el control remoto de electrodomésticos mediante smartphones. Con dispositivos asequibles como Alexa o Google Home, podemos controlar desde luces, ventiladores y electrodomésticos haciendo uso sólo de la voz. Esto también supone una reducción del contacto de zonas comunes, que al igual que en el anterior punto, supondría no sólo ser más higiénico sino también más económico. Es cierto que este tipo de sistemas suponen una inversión previa, pero con amortizaciones a muy corto plazo que sin duda merecen la pena.

El teléfono también es ampliamente empleado a la hora de realizar pagos en comercios, siendo prescindible hoy en día llevar monedas o billetes que también son focos de virus. Con la nueva tecnología contactless de las tarjetas, no es necesario ni tocar el datáfono, lo cual disminuye el riesgo de contagio. Así, con un pequeño dispositivo podemos controlar desde la compra hasta la cafetera.



Si hay un lugar en el que la higiene se vuelve fundamente, es el baño. No sólo el baño de nuestra vivienda, sino especialmente el baño de los espacios públicos. En este campo la tecnología está más avanzada, ya que existen en el mercado dispositivos como sanitarios inteligentes que descargan a través de sensores o grifería con temporizadores que funcionan con sensores de movimiento. Al igual que en los casos anteriores, estas tecnologías ayudan a frenar el contagio del virus y a la vez suponen un ahorro de agua, con lo que cuidamos el medioambiente. Es cierto que este tipo de dispositivos es más común encontrárselos en baños de carácter público, pero quizás a partir de ahora resulte más interesante instalarlos en domicilios particulares. La reducción del precio los haría mucho más interesantes, y sin duda esta crisis hará que se fomente más la producción de los mismos, con la consiguiente disminución del coste.



No sólo la tecnología es importante, sino también los materiales con los que construimos, siendo importante implementar en nuestra vida los materiales antibacterianos que además de darle un toque original a tu casa pueden protegerte de bacterias y virus.

Uno de los materiales antibacterianos por excelencia son las superficies metálicas, que son uniformes, carecen de toxicidad y requieren de una rápida limpieza. Sería una buena idea para colocar en la encimera de la cocina, por ejemplo. Otra opción serían las encimeras de cuarzo compacto, que además de ser antibacterianas nos ofrecen una amplia gama de acabados.



También hay en el mercado una gran cantidad de alicatados antibacterianos que nos permitirían revestir suelos y paredes con total seguridad, así como pinturas que además de ser higiénicas son ecológicas.

Como podéis ver, estas son sólo algunas de las medidas que se podrían fomentar de ahora en adelante para frenar posibles rebrotes del virus. Sin duda estamos ante un cambio en la forma de vivir, y la arquitectura deberá llevarnos de la mano hacia esa nueva realidad.

                                            
                                                

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