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Casa pasiva y casa bioclimática

Categoría: Blog · , 28 de agosto de 2019

fob arquitectura
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Términos como passivhaus, casa ecológica, edificio de consumo casi nulo, NEZB, vivienda sostenible, edificio de energía casi nula, casas pasivas, bio-construcción... se mezclan de forma caótica, tratando de definir lo que hoy en día se considera "la nueva construcción".
Si desea construir un hogar que respete el medio ambiente, que reduzca al mínimo el consumo energético y además cuente con un diseño atractivo y vanguardista, se preguntarán que opción elegir y cual es la diferencia entre unas y otras.
En un mundo en el que el cambio climático, la contaminación y sobreexpotación de los recursos del planeta son un problema real y bastante grave, la solución, por parte de la arquitectura, parece radicar en este tipo de viviendas.
Si buscamos en el diccionario, podemos observar que algo sostenible es aquello que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente. Así pues, algo bioclmático es aquello que trata de aprovechar las condiciones ambientales en beneficio de los usuarios.

De esta forma, el concepto de casa bioclimática se centra más en el diseño de la vivienda aprovechando estas opciones, mientras que, la casa pasiva, es aquella que para su uso y funcionamiento no precisa de aporte activo de energía para el confort del usuario, siendo conseguido, en parte, debido a un diseño bioclimático.
Por lo tanto, podemos concluir que la casa pasiva es una categoría de la casa bioclimática, pero, ¿cómo se consiguen este tipo de viviendas? ¿qué hay que tener en cuenta?.
Para crear un modelo bioclimático y pasivo de casa hay que conseguir una temperatura interior adecuada sin necesidad de energías externas para climatizar el interior, para lo cual es importante conocer el clima. Para ello se tienen en cuenta tres aspectos principales: la orientación, el soleamiento y la ventilación natural.

Es importante poder captar la radiación solar para calentar nuestra vivienda de forma natural. En el hemisferio norte, donde nos encontramos, la mejor orientación es la sur, puesto que es la dirección que recibe más horas al día de sol y en mayor grado. No obstante, en verano, podríamos tener sobrecalentamiento, por lo que se debe de optar por soluciones de aleros, árboles de hojas caducas y planos de agua, además de jugar con la inclinación de la cubierta.
             

En lo referente a la ventilación, la clave radica en jugar con el concepto de “ventilación cruzada” y el empleo del efecto chimenea.
            
                
Sin embargo, no es lo único que hay que tener en cuenta para este tipo de viviendas. El uso de galerías, cubiertas jardín, empleo de vegetación y elevaciones sobre el terreno pueden ayudar a conseguir este tipo de casos.

Se trata de soluciones sencillas y baratas para un ahorro económico considerable, en el que con pequeñas decisiones se puede contribuir al medioambiente y al entorno. Abogar por este tipo de viviendas es una iniciativa responsable e inteligente. En foB arquitectura llevamos utilizando estos métodos desde hace años, porque promover este tipo de viviendas, es asegurar el futuro de tod@s.

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