El cambio climático es un reto global que no tiene fronteras y que para combatirlo requiere del trabajo coordinado por parte de todos los países y de todos los ciudadanos.

En lo que va de año, hemos agotado ya los recursos naturales previstos para el mismo. Ya no estamos aprovechando el planeta, lo estamos sobreexplotando, y si continuamos así, el mundo tal y como lo conocemos, se va a acabar pronto.

Nuestra sociedad, desde la revolución industrial, ha mejorado nuestra calidad de vida, pero, ahora, nos estamos dando cuenta de que estamos transformando el planeta, siendo cada vez menos apto para nuestra propia supervivencia.

La arquitectura es un espejo de la sociedad y podemos, por lo tanto, ver estos problemas en ella.

Los edificios emiten un porcentaje de CO2 similar al de las fábricas (el sector de la construcción representa el 42% de las emisiones totales), los edificios consumen demasiados combustibles fósiles (un 40% del consumo total de energía es del sector de la construcción), los edificios todavía se construyen a partir de materiales que son extraídos y producidos de manera que contribuyen al daño ambiental...

La arquitectura debe ser concebida y construida de manera que el planeta pueda ser sostenible. Desde foB arquitectura promovemos la construcción con materiales que tengan poca huella ecológica, como es el caso de la madera, materiales propios del entorno del proyecto y abogamos por la obtención del 90% de las energías a través de métodos renovables. Son algunas de las soluciones que se buscan desde el área de la arquitectura.

Las casas pasivas, ecológicas, sostenibles y bioclimáticas dan respuesta a una necesidad real, en la que no sólo sale ganando el planeta, sino que, los gastos de calefacción, aire acondicionado, ventilación mecánica e incluso el agua, se ven drásticamente reducidos obteniendo una situación de confort excelente.
Pero, si este tipo de casas cuentan con tan abrumadoras ventajas, ¿por qué no es una práctica habitual en todas las ciudades?

   Foto superior:        Arquitectos: On-A                                       Proyecto: Green Nest House

La respuesta es bien sencilla. El desconocimiento generalizado y los procesos de investigación en curso, hacen de estos sistemas algo aún bastante novedoso. No obstante, se trata de soluciones infalibles para el cambio climático.

El planeta es toda una experiencia para descubrir, sentir y habitar. Que eso siga siendo así depende de todos nosotros, de poner pequeños granitos de arena que al final hagan una montaña. El planeta se puede arreglar de momento, ¿por qué no intentarlo?