El Terrazo Veneciano, deriva de la palabra italiana "terrazza", 

y su origen se remonta a la Venecia de mediados del siglo XV. Los trabajadores del mármol de aquella época, aprovechaban trozos sobrantes de la construcción y los mezclaban con arcilla y leche de cabra. Con esta masa pavimentaban las terrazas exteriores de sus casas ¿curioso, verdad?

Con el tiempo fue mejorándose la técnica de compactación y pulido. Por su brillo y durabilidad, acabo convirtiéndose en el pavimento tradicional de palacios y viviendas italianas.

Hoy en día el terrazo es un revestimiento decorativo para paredes y suelos compuesto por una mezcla de cemento pigmentado y fragmentos de mármol, resinas epoxi, vidrio o latón. Tras el secado y endurecimiento se pule la superficie del terrazo, eliminando entre 2 y 4 milímetros, revelando los granos de mármol y otros elementos decorativos.



El proceso de fabricación del Terrazo y el Granito es el mismo. La única diferencia entre estos dos tipos de baldosas es el tamaño de los agregados, siendo en el terrazo trozos más grandes o placas mientras que en el Granito son granos más finos de mármol o cristal, dándole un aspecto mas uniforme.



El terrazo es conocido desde la edad media, fabricándose inicialmente con cal. La invención del cemento Portland y la revolución industrial facilitaron la producción y permitieron que este tipo de pavimento se extendiera ampliamente, alcanzando su punto álgido entre los años 40 y 60.

Recientemente ha sido redescubierto como un producto decorativo acogedor y versátil. El terrazo es altamente personalizable y se adapta a cualquier estilo, es ligero, fácil de instalar, con bajo mantenimiento, duradero y se puede pulir. Su espesor habitual es de 14 a 20 mm.

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