La transición energética es un objetivo cada día más cercano, especialmente desde que el Gobierno aprobó hace dos semanas el Real Decreto 15/2018 que establece un nuevo marco normativo para las instalaciones fotovoltaicas destinadas para el autoconsumo, en demanda creciente en nuestro país.

¿En qué consiste el autoconsumo fotovoltaico? Es un tipo de instalación mediante la cual el propio consumidor final produce la electricidad que necesita por medio de paneles fotovoltaicos colocados en cubiertas, jardines o incluso fachadas. En este caso, los kWh generados por la instalación son revertidos en la propia red interna del consumidor. Si buscamos una instalación óptima, lo ideal es realizar un estudio que minimice al máximo los excendentes, es decir, aquella energía que no se llega a consumir y que ha de ser vertida en la red de distribución. Así mismo, es importante disminuir el término de potencia contratada, que se traducirá en un mayor ahorro desde el primer momento.

Hace ya tres años que el Gobierno instauró lo que pasó a conocerse como "Impuesto al Sol", pero, ¿sabemos en qué consistía?. El argumento para justificar este impuesto se basaba en la estructura de la factura de electricidad, que como bien sabemos, está llena de peajes y demás costes a mayores de nuestro consumo. Según las eléctricas, si los autoconsumidores de energía fotovoltaica dejaban de pagar esos peajes, podrían poner en riesgo la estabilidad del actual sistema.

Este Real Decreto establece unos objetivos básicos: por un lado busca la agilización de los procesos legales necesarios para realizar una instalación de este tipo; también busca anteponer las necesidades de los usuarios y por último busca reducir los costes de la inversión eliminando algunos requisitos costosos. A continuación vamos a desarrollar punto por punto las novedades que introduce y en cómo se traduce de cara al consumidor final:

- Eliminación del conocido como "Impuesto al Sol", que como hemos explicado anteriormente penalizada a los autoconsumidores por encima del resto de usuarios. Este punto es de especial relevancia para las empresas, ya que se aplicaba sobre las instalaciones de más de 10kW.

- Permite que varios consumidores se conecten a un mismo centro de transformación para compartir la instalación y beneficiarse de ella.

- Se eliminan algunos requisitos que incrementaban el coste de la instalación, como por ejemplo, los contadores de producción fotovoltaica. De este modo, se puede prescindir también de  de nuevos cuadros de medida, cableado, etc. Este aspecto cobra especial importancia en las pequeñas instalaciones.

- Se permite una potencia instalada superior a la potencia contratada. Esto hace interesante tener más producción y reducir al máximo los términos fijos de potencia.

- Se simplifican los trámites para legalizar las instalaciones, especialmente aquellas que carecen de excendentes de energía.

Gracias a estas últimas leyes, la energía fotovoltaica se ha puesto a la altura de otras energías renovables como puede ser la eólica, reduciéndose los plazos de amortización a casi la mitad (pasando de 15-18 años a 8-10 años ámbito familiar y 3-6 años en empresas). Sin duda es un momento inmejorable para invertir en este tipo de instalación, poniendo un paso por delante a nuestra vivienda. En foB arquitectura nos encargamos de todos los tramites para conseguir un mayor ahorro en tus facturas, haciendo un estudio energético de tu futura vivienda en proyecto y solicitando subvenciones para que sea todavía más rápido el retorno de la inversión. Porque ya no es sólo una cuestión de ahorro, el autoconsumo te hace independiente, y libre!!.