La arquitectura ha estado desde tiempos ancestrales ligada al medio natural, por lo que no resulta extraño que cada día sea más frecuente introducir elementos vegetales en nuestros edificios. Desde simples plantas, hasta fachadas o cubiertas vegetales; el abanico de opciones es muy amplio y nos permite crear un edificio mucho más sostenible.

Los beneficios de incluir vegetación en nuestra propuesta son muchos y muy variados, así que a continuación intentaremos concretar algunos de  los más importantes:

La vegetación puede ser un elemento de sombra que nos proteja de las temperaturas más elevadas. Optando por especies caducas, logramos esa ansiada sombra durante los meses estivales en las fachadas más castigadas como son la sur y la oeste, a la vez que permitimos la entrada de radiación solar en los meses más fríos.

También es una buena medida de protección contra el viento, especialmente en aquellas viviendas de carácter aislado que se encuentren en zonas elevadas. Mediante los árboles, podemos redireccionar el viento, evitando que golpee de lleno nuestra vivienda.

No solo nos aporta beneficios en el exterior, ya que está demostrado que tener plantas en el interior del edificio mejora la calidad del aire, evitando así el “Síndrome del edificio enfermo”, que se produce por la recirculación del aire interior. La vegetación actúa como filtro de los contaminantes presentes en el aire, a la vez que regula la humedad en el ambiente, Además, en los meses estivales se puede utilizar como un buen sistema de refrigeración natural, pues refresca el ambiente.

En las ciudades, la implantación de zonas verdes, ya sea mediante cubiertas vegetales o parques, reduce la llamada “isla de calor”, que se produce por el recalentamiento del aire en contacto con materiales como el asfalto.

Por último, resulta bastante curioso su uso para la depuración de aguas residuales, conocida como “fitodepuración”, mediante la creación de un humedal artificial con plantas flotantes, lo que permite depurar el agua de una manera totalmente natural.

Como se puede ver, la vegetación tiene múltiples usos tanto en el interior como en el exterior de nuestros edificios, ofreciéndonos varias opciones que nos permiten subsanar ciertas dificultades de manera totalmente natural. Y esto no solo hace que sea más sostenible, sino también más eficiente, ya que se puede ahorrar hasta el 20% de la energía necesaria para calefactar o refrigerar un edificio.