QUÉ ES EL SISTEMA SATE

La escasez de suelo en el interior de las ciudades hace patente la necesidad de una mejora de las condiciones de los edificios existentes. Esta mejora se realiza por medio del Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior, también conocido como SATE, con origen en Suiza en los años 40 como respuesta a la necesidad de mejora del envejecido parque inmobiliario.

¿Por qué rehabilitar empleando SATE?

Son muchas las ventajas adquiridas si nos decantamos por el uso del SATE. Aquí enumeramos alguna de las más importantes.

- Aislar de manera continua paredes constituidas de distintos materiales, creando así una homogeneidad en el cerramiento que mejora el comportamiento térmico del mismo. De este modo, se consiguen eliminar los puentes térmicos y mejorar la inercia térmica de la vivienda.

- Preservar el microclima interior dentro de la construcción, manteniendo la temperatura óptima y el confort dentro de la misma.

- Ahorro de costes tanto de gas como de electricidad derivados de la necesidad de enfriamiento o calentamiento de nuestra vivienda.

- Reducción del impacto que estas energías originan en el medio ambiente, haciendo nuestro planeta mucho más sostenible.

• Mejora de la calificación energética, es decir, reducción de la demanda de nuestra vivienda que se traduce en un aumento de su valor de mercado al ser ésta más respetuosa con el medio ambiente.
• No disminuyen los m² del interior de la vivienda.

¿En qué consiste el SATE?

Básicamente, el SATE consiste en la colocación de un material aislante adherido a la fachada para la completa eliminación de los puentes térmicos. Posteriormente este aislamiento se recubre para protegerlo de las inclemencias ambientales. Estos son los pasos fundamentales en la colocación de SATE:

1. Operaciones preliminares

Con el fin de reducir al máximo las imperfecciones y aumentar la durabilidad del sistema, es importante tener en cuenta unos aspectos previos de preparación del muro de fachada, que pasará a ser nuestra base de colocación del SATE.

- La superficie deberá estar limpia, de no ser así se deberá proceder a limpiar mediante un lavado con agua a baja presión.

- En caso de manchas de humedad, se procederá a eliminar el mortero en mal estado y se aplicará un tratamiento preventivo de hongos y moho.

- En caso de revestimientos cerámicos, se deberá comprobar si hay desprendimiento de alguna baldosa y aplicar un chorro de arena en caso de que la superficie sea esmaltada, con el fin de mejorar la adherencia posterior del aislamiento.

- Verificar la horizontalidad del soporte y de ser necesario, nivelarlo con ayuda de mortero.

2. Colocación de los perfiles de arranque

Estos perfiles de arranque se deberán colocar a 15mm del zócalo para cortar la humedad por capilaridad. Irán anclados a la actual fachada y servirán de base para los paneles de aislamiento del SATE.

3. Colocación del aislamiento

Existen varios tipos de materiales aislantes, en función de las características de cada caso: poliestireno expandido (XPS), poliestireno extruido (EPS), lana mineral (MW) y corcho.

Esta última opción, pese a tener una conductividad térmica mayor con respecto a los primeros tipos de aislamientos, supone una solución muy sostenible, puesto que se trata de un material natural que reduce el impacto en el medio ambiente al minimizar los procesos químicos.

El aislamiento se fija al soporte por medio de tres procesos distintos, en función del aislamiento seleccionado:

- Aplicado manualmente sobre la superficie de manera uniforme con ayuda de una espátula de dientes anchos

- Aplicado manualmente con el método de bandas y puntos, es decir, una banda perimetral a lo largo de todo el panel y en el centro puntos espesos de adhesivo. En este caso la superficie de encolado debe ser al menos el 40% de la superficie total del panel.

- Aplicado mediante una máquina de proyectar, realizando bandas horizontales y verticales.

En ningún caso el adhesivo se debe aplicar tan solo por puntos, puesto que no garantiza la correcta adherencia del mismo.

A mayores se colocará una fijación mecánica complementaria con ayuda de tacos de plástico de cabeza circular.

También es importante tener en cuenta que las juntas entre paneles se realicen de manera escalonada, asegurando un solape mínimo de 25cm.

El empalme con los elementos salientes tales como alfeizares o vigas se realizará con una cinta de unión precomprimida colocada en la parte exterior del panel aislante.

4. Aplicación de mortero y malla de fibra de vidrio

En este punto se procede a aplicar sobre el aislamiento una primera capa de mortero de espesor 1-2mm sobre la que se pondrá una malla de fibra de vidrio. Este malla se colocará desde arriba hacia abajo, garantizando en todo momento el solape entre bandas adyacentes al menos de 10cm.

A continuación, una segunda capa de mortero cubrirá completamente la malla de fibra de vidrio, protegiéndola y estableciendo un espesor total de 4mm.

5. Aplicación del revestimiento

Tras el tiempo de sacado del mortero, se pasa sobre el mortero una esponja o fratás para alisar la superficie y mejorar el resultado final. A continuación se aplicará una base del color que tendrá finalmente la fachada. Tras el conveniente tiempo de sacado se aplica una segunda capa que tendrá un acabado rugoso.

Adicionalmente se puede aplicar un tratamiento que repela el agua y la suciedad, lo que prolonga la duración de la fachada.

Sin duda, estamos ante un sistema muy eficiente que permite, mediante una solución económica, dar respuesta a la necesidad creciente de mejora energética. En foB Arquitectura Bioclimática te asesoraremos en todo lo que necesites acerca de diseños, reformas y rehabilitación de edificios.